martes, septiembre 26, 2006

Gary Gilmore

Bibliografía: GILMORE, Mikal. Disparo al Corazón., MAILER, Norman. La Canción del Verdugo.

I. Pasé una media hora ahogado en la nada. No lloré, no soy del tipo que llora; pero sí me dije algo que ya no acierto a repetir. Habían pasado tres semanas desde que leí la primera frase y el viaje interior que hice de la mano con la historia de Gary, me dejó en un estado como hace años no experimentaba. Lo describí en un cuento que nunca acabó de tener sentido pero que guarda uno de mis relatos más crudos y tristes sobre la manera en que empezaba las mañanas cuando la universidad. A lo mejor un día lo comparto.

II. Si necesitara un transplante de córneas o retinas, me pondría a buscar a quienquiera que haya recibido los ojos de Gary, con dos balazos, uno por mí y otro por ellos —Nicole y Gary— lo ponía en disposición de donármelos. Acto seguido, a buscar a Nicole en donde quiera que esté y explicarle que, a pesar de todo, un trozo de Gary la está mirando a los ojos. Hasta me encargaría de que, después, con dos balazos en la parte posterior de mi cráneo, eso sí, con mucho cuidado de no hacer daño a las córneas, los fragmentos de ojo volvieran a cambiar de dueño. Iniciaría una tradición de transmutar los ojos del asesino hasta el fin de los tiempos; una tradición de copycat killers.

III. Me aterra pensar que quizá estoy igual o peor que Gary. Nunca he pisado el reformatorio ni la cárcel pero eso no impidió que sintiera una infinita empatía por el asesino cuando dispara a la cabeza del empleado de gasolinera explicándole que el primer tiro es por él, por Gary, y el segundo por Nicole. Nada más justo, nada más perfecto y metafísico. Es más, yo podría sustituir los nombres por Erick y Milena sin problema alguno. Sé que el acto tendría el mismo contenido vindicativo contra Dios y la sociedad. Lástima que en este país retrógrada, la pena de muerte esté reservada para los traidores a la patria. A lo mejor debería escribir con la sangre de mi víctima algo como ¡Viva el Peje!, o ¡Benito Juárez es puto!, quizá una escatológica parodia del himno nacional a manera de letrero en baño público. Ya imagino la noticia, justo debajo de los curas pederastras: Orgullo de la Comunidad Gay: Benito Juárez Homosexual. Buscan vínculos entre la Masonería y la bandera de Arco iris. Probables riñas por derechos de autor. El México del siglo XXI no da lugar a los mártires…

IV. Por más que busco una salida cómica al asunto, como siempre, no la encuentro. No puedo sublimar en risas la historia de Gary Gilmore y la penosa desesperación que me transmite. Sí, mató, es un hijo de puta; pero reducir la historia a cuatro balazos es absurdo. Leer estas mil y tantas páginas sólo ponen de manifiesto que esta sociedad es una mierda y que nada puede redimir a la ausencia. El vacío del otro, de los otros en mí. Pone de manifiesto las terribles consecuencias de NO SABER VIVIR conforme lo dicta el mundo, la costumbre, la sociedad, la inercia, el status quo y tantas otras imposturas. Claro, el hombre debe vivir para los demás; eso dice el evangelio y los derechos humanos. Si eso fuera verdad, si en eso consistiera la felicidad ¿qué pasa cuando alguien nos abandona? ¿Cuándo dejamos de importarle al mundo? Considero mejor vivir para uno mismo, por uno mismo, buscar la felicidad-en-mi, aunque ello consista en una separación total del medio, tan grave que de lugar a pelearse con Dios, con la providencia o con el destino, pegándole de tiros al primer incauto que se ponga en frente a ver si algún día responden el fuego.

V. No sé si recomendar los libros. Igual y terminan pensando cosas como las arriba escritas. Si son seres humanos, llorarán. Si son morbosos, terminarán encantados. Si son desadaptados, se unirán al club “Mantengamos vivos los ojos de Gilmore”. Lo cierto es que son testimonios de la vida y que la historia que contienen es algo impresionante. Deberían agregar una leyenda: No intente hacer esto en casa o fuera de los Estados Unidos.
Meet Gary Mark Gilmore:

4 comentarios:

Verónica Tapia dijo...

Hola erick, acá estoy, entrando a tu blog antes de irme a dormir..se me habia olvidado dejarte comentario aunque lo que tuviera que decir ya lo dije en MSN, anyway...fuerte...muy fuerte este post, lo que piensas, lo que te produjo leerlo...y todo.

besos -*

Judith Pedroza dijo...

Huy! eso de Fuera de Estados Unidos?

Como le hago si medio mi casa es Estados Unidos y paso mi dia en Tijuana?, aun asi me lo recomiendas?

Pasando por aqui

Erick dijo...

Quizá me expliqué mal: no intente matar y ser ejecutado en casa o fuera de los Estados Unidos... Mientras en suelo gringo ¡adelante!, siempre y cuando no sea en casa. Y en Tijuana, no lo recomendaría porque los mexicanos somos muy retrógrados y mochos, faltaría mente abierta para entender el acto.

Anónimo dijo...

Hola chico... Bue solo queria decirte q nadie tiene el derecho de decidir sobre la vida de nadie, por esa razon, yo si admito q quien quiera haga lo q desee con su vida, ya sea morir, sobrevivir o vivir, depende de cada capacidad mental... pero no admito la condena de muerte, porq sea lo q sea, yo no tengo derecho a decidir sobre el fin de nadie y si lo llegara a tener, yo decido dejar ser... let it be... /// y sobre tu post estuvo bien, drenaste xD