jueves, abril 26, 2007

Caza de Letras

Los siguientes posts serán la crónica fiel de mi estúpida desidia. Alentado por la vida y el ocio, me inscribí al concurso literario Caza de Letras. Los post que siguen, son las respuestas que pensé ofrecer para la selección. Ayer noté que se me fue el avión para la segunda etapa. Pensaba perder, pero al menos porque los otros novecientos participantes escriben mejor que yo... No por idiota. En fin, hay que aprender y esperar que haya una segunda edición del concurso.

Agradeceré las mentadas de madre, yo solo no me torturo lo suficiente.

miércoles, abril 18, 2007

Separación

Aquí es donde la cuestión se complica hasta lo incomprensible. Las cosas suelen terminar así, en medio del absurdo. Hay días en que unos escogen el sacrificio y otros el abandono sin razón aparente. Lo más triste es esa angustia que queda porque de dos, no puede hacerse uno. Somos seres humanos y creo que la vida siempre es similar a este monólogo a dos voces en el que ninguno entendió lo que quisieron decirle:

― ¿Nunca vas a regresar? ―
― No. ―
― ¿Puedo seguir siendo parte de tu vida? ―
― No. ―
― ¿Te arrepientes de haber estado conmigo? ―
― No. ―
― ¿Sabes que te quiero? ―
― Sí. ―
― ¿Sabes que siempre puedes contar conmigo, que nunca te abandonaré? ―
― Sí, puede decirse. ―
― Gracias por todo, me hiciste inmensamente feliz. ―
― Gracias, y tú a mí. ―
― Te amo. ―
― Adiós. ―
― Adiós. ―

¿No encierra esto toda la estúpida belleza de la humanidad?

Miércoles, 18 de Abril de 2007
12:03 Hrs.

domingo, abril 08, 2007

No te soltaré

Te necesito. No me obligues a soltarte y no te sueltes de mí. No quiero ser ese silencio, no quiero ser la historia perfecta cuando ya nadie quede para leerla. Si me he construido, defendido, salvado. Si me aferré a la vida en todas mis posibles muertes, no ha sido para terminar así. No ha sido para pasar las noches llorando frente a la computadora porque mi cuerpo me dice que falta alguien, que hace frío porque todos los abrazos se han apartado de mí. Si llego a ti limpio, conciente al fin de mi irresistible, detestable y hermosa humanidad; incapaz de abandonarte, te juro que no es para que me obligues a soltarte. Necesito que alguien, por una vez, me tienda la mano y me diga “no te soltaré”.

Ya no puedo. No puedo esperar y no puedo soportar que mi mano quede inútil, separada. Estoy cansado, estoy vencido. Si tú no te quedas, nadie se quedará. Sabré que me equivoqué desde el principio, que cavé mi tumba y ahora tengo que quedarme en ella. Se llama soledad, se llama olvido. Yo escogí, yo fallé en la única decisión que podía salvar la vida y la perdí.

Dime que no vas a soltarme. Dime que no me dejarás nunca. Dime que no hay traición. O aceptémoslo de una vez. Somos humanos y estamos perdidos.

No me sueltes. No me obligues a soltarte. En bien y en mal, en triunfo y en caída. Juntos. Porque de otra manera, no vale la pena vivir.

Sábado, 07 de Abril de 2007
23:57 Hrs.