—Para Isa
Personajes, creaciones mías que me miran desde la bruma de mi marasmo creativo con ojos acusadores. “¿Ahora qué, genio?” Ojos que me retan, que me preguntan si no soy capaz de terminar lo que empecé. Excepto ella, la de los ojos negros, grandes inocentes. La niña perdida, el ángel harapiento y triste a quien busco, mi consuelo, mi futuro. Personajes, creaciones mías.
Fedor abraza una tumba. No parece ya tan triste, como si el tiempo le hubiera robado su precioso dolor, como si fuera el reflejo de mi olvido, de mi distracción. Casi puedo jurar que ya no recuerda por qué está ahí. Elena y Blad, luz y sombra que intentan amarse, han olvidado por qué se miraban el uno al otro. Perdido el impulso que los acercaba están ahí, como objeto es un estante: la boca sin palabras, la mirada fría que atraviesa al otro. De Luis ya no sé; lo perdí después que se folló a una enfermera medianamente linda. Sé que gusta de las cantinas del centro, que le duele el drama de la ciudad ausente, sé que es un ocioso sin preocupaciones. ¿Dónde está? Su mirada llega de entre el humo de cigarros y el olor a decadencia… Y mi fantasma? A veces, olvido que se llama Daniela, da la impresión de llamarse de otro modo porque ese nombre parece haberse encarnado en la ausencia de mi vida en vez de ser sólo un intento de libro, un fragmento de fantasía. Es un amoroso fantasma que se disipa en la realidad. El viejo profeta vaga perdido, esperando encontrarse a Fedor y a Elena para un segundo —un útlimo— round con la locura como arma y máxima traición. Principio de desconcierto, acaso de duda. Todos están ahí, con sus parejas, bien vestidos y esperando que empiece el vals. Pero mi cerebro es una orquesta muda, pedió el sello musical si alguna vez lo tuvo. Los danzantes desesperan, lanzan miradas rabiosas. ¿AHORA QUÉ, GENIO?
Ella, en cambio, está perdida en alguna parte de la ciudad. A medio camino entre la ficción y la vida, mi inspiración espera a la sombra de un rascacielos de vidrio que refleja el cielo plomizo y gris. El edificio sobresale del resto de los tejados y me guía. Al acercarme, sin embargo, los tejados lo tapan y no puedo orientarme más. Para encontrarme tengo que perderme, apartarme de ella. Sé a dónde voy, pero no sé cómo llegar. Sólo cuando estoy lejos puedo reconocer el camino. Ojos negros, inocentes, inalcanzables, como en una pesadilla. Mi niña con alas blancas y decadentes espera y llora con los ojos de Cosette. No llego. Estoy perdido y la lluvia caerá.
Supongo que cada imagen es un pedazo de mí y que algo está cambiando, reconfigurándose. Como un bosque encantado de edificios. Faltará paciencia o mirar con más atención. Personjes, creciones mías, consecuencias de mí que ya no sé interpretar. Tal vez ahora pertenezcan a alguien más.
¿Ahora qué, genio? Algo en mí responde al reto. Sólo sé que llegarán a donde yo quiero. Llegarán a la disolución y no podrán acusarme más.
Miércoles, 23 de Enero de 2008
9 comentarios:
Me los imagino a todos como al pato lucas en aquella caricatura de: "y los colores estupido?!", bastante gracioso creo yo, pero no te preocupes carnal, ya encontraras donde ponerlos.
Suerte
Mugsy
A cada personaje, un capítulo, una historia diferente, como si fueran los cien reflejos de un mismo espejo...
Gracias por la visita.
Sombrías Reverencias.
me identifico con luis, prestámelo para mis crónicas, si note molesta creo que tengo un lugar para él en mi averno...
qué dices?
nos estamos leyendo, Que el apéndice de pasta toque tu corazón!
Que esperas para imprimirlo en papel?
saludos profe!
doblecomenteando =D
Sabía que Monesvol tocaría tu corazón, ¿acaso dudaste de él?
Sólo por eso me dijo que tendrá una promoción especial para ti, todos los comentarios que dejes en mi blog valdrán por un gatito y un perrito resucitados.
Pasa por tu fe de bautismo hijo mio.
Saludos, y que Monesvol os encuentre vestido de pirata!
pd. me vas a prestar a Luis o que?
1,2,3 probando... todo muy bonito, literario y poético, excepto mi comentario. ¡pus aplícate! Yo opino que casualmente todos deberían conocerse en un rave.
y pues la vida es una obra de teatro,,, y a veces no sabemos que decision tomara el que escribe nuestra vida... cuantas veces nos preguntamos ¿ y ahora que, genio?... tambien no podemos evitar sentirnos identificados con alguno de los personajes.
maravillosos besos
Rayos...siempre escribes tan fantastico, tu no eres abogado! jejeje,, te quiero mexicanito
Carnal: Jaja, no me había dado cuenta de la influencia innegable del pato Lucas en mi vida!
Aksha: Me gusta la reflexión, gracias por venir, también.
Ferrán: El apéndice ha tocado mi corazón. Espero que Monesvol cumpla su promoción, si respondes de Él, te presto a Luis, siempre y cuando me lo restituyas en el estado en que lo encontraste cuando a mí me haga falta. Seguro le alegrará tener una vida alternativa, o ponerse a hacer cualquier cosa en lo que encuentro a mi musa.
Joan: Uy, pues por lo menos el final no? Y un patrocinador!
Pancho: Ja, la idea del rave es buena para una conclusión bien posmoderna y ultranaturalista!
Rosa: Si, a veces dan ganas de conocer al gran autor de todo esto para darle de patadas...
Nykka: Gracias! Tú siempre sabes cómo hacerme sentir bien y feliz!
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