lunes, julio 02, 2007

Descubrí a Mar

Esto lo escribí, feliz. Lo dedico a quien sabe reconocerse en mis letras.


Te descubrí apenas como posibilidad una mañana de sol incierto y viento fresco mientras vagábamos por las calles de Coyoacán. Las huellas de la lluvia que cayó el día anterior hacían brillar las aceras y buscábamos la sombra porque preferimos el viento, porque la luz golpea los ojos o cualquier otra razón. Buscábamos la sombra y, por esa coincidencia sin palabras que más tarde tú harías manifiesta, nos buscábamos el uno al otro.

Caminábamos lento y cada paso parecía alargarse hasta el límite de lo posible. Caminábamos lento para que el tiempo no se nos escapara demasiado aprisa. Calles sin significado, no cartografiadas por la memoria ni colonizadas por recuerdos fueron suficiente para dar asilo a tus palabras, a nuestros pasos inseguros. Tu cuerpo a una distancia insalvable del mío; mis manos escondidas detrás de mi espalda porque no sabía qué hacer con ellas. Tu voz llevándome por un camino directo hasta ti y, a través de ti, al reencuentro conmigo. Vagábamos por las calles de Coyoacán y en tus ojos cafés, en tu rostro lindo, te descubrí como posibilidad.

Hablaste de tu vida sin preguntarte que haría yo con ese cúmulo de memorias tuyas que, junto con el brillo de la humedad en las aceras, dejaron de serme ajenas porque ahora, en cualquier modo, también yo formaba parte de ellas. Me uniste a ti al atarme a tus recuerdos; transformándome también en uno de ellos.

Mi silencio que a ti quizá te pareciera respetuoso, a mí empezó a irritarme. Todo lo que decías era grande, difícil, pero hermoso porque era parte tuya y yo no hallaba ni palabras ni modo alguno de agregar cualquier cosa. Silencio de admiración, de respeto. Silencio en que se gestó un cariño, acaso condenado para siempre a vagar por las calles de Coyoacán.

Me aterra un poco ese silencio, acaso por eso me sentía tan tonto y deseaba todo el tiempo apartarlo de mí. Decir algo que, sin consolarte y sin cambiarte, me acercara a ti sin decir un inútil “te entiendo”. Pero no pude romper el silencio; apenas algunas frases que tal vez nada valieran para ti, perdida en los recuerdos, mirando lejos y cerca, cambiando al que no desea cambiarte.

Mi silencio dice: la admiro, la quiero. Mi silencio dice: sé que puedo perderme en ti y vagar siempre a tu lado. Mi silencio dice que aún así, me siento pequeño y sin mucho que ofrecerle a alguien a quien admiro tanto, cuya belleza me gustaría proteger. Pero mi silencio es mudo y acaso nada de esto hayas escuchado y pienses siempre que sólo no me importo.

Bastaron unas horas, mirarte algunas veces y vagar juntos por tus recuerdos para que yo supiera que te quiero, para que te admire y sueñe con volverte a ver. Pero dije acaso y siempre. Esa mañana te despediste con un abrazo y yo te dije “Mar” por la infinita y desesperada libertad que representas. Desde entonces, no he vuelto a verte y sólo tengo la memoria del abrazo.

Vago aún por Coyoacán, imagino que te encuentro. Las palabras llegan como olas: acaso y siempre. Olas en el Mar que eres tú, posibilidad infinita de un día volver a verte. Mientras, mi naufragio seguirá en un cariño que no entiendo, en las calles que aún brillan por la reciente lluvia. Náufrago en esta tierra tuya ―¿nuestra quizá?― que recién descubrí.

Jueves, 21 de Junio de 2007
09:20 Hrs.

20 comentarios:

El Puerco. dijo...

No pude hacer algún comentario que no restara la belleza que encontré en este post, por eso me quedé callado lo poco que faltaba de la mañana...

Adriana dijo...

Solo quiero decirte que me robaste un gran suspiro...

Coyoacan cuando está húmedo, tiene ese aire cargado de nostalgia y romanticismo. De ahora en adelante cuando vague entre sus calles, por casualidad, recordaré que allí descubriste a Mar...y volveré a suspirar.

Ricardo J. Román dijo...

Dioooos, realmente increíble. Son pocos los post que de verdad me dejan pensando, y créeme que este está muy bueno.

Saludos.-

PD: Gracias por tu visita. En mi blog te dejé la respuesta a la pregunta que me formulaste sobre la novela.

MAR dijo...

COMO ME GUSTARIA SER ESA "MAR" Y QUE ALGUIEN ESCRIBIERA ALGO ASI PARA MI....SUEÑOS, SUEÑOS SON LOS QUE TENGO, Y A VECES SE CANSAN DE NO SER REALIDAD.
MAR

Noelle dijo...

aauuu esto está hermosísimo... me dieron ganas de irme a caminar por Coyoacan!!
felicidades, no dejes de escribir nunca.. ;)

Deux ex machina dijo...

es bello, nostalgico pero, coyoacan no me trae muy buenos recuerdos, ahi ha pasado d etodo en mi vida y es como estar en terreno que detona muchas cosas desde amor hasta odio.

fino post copmo todo lo de aki mi buen erick, chido que te latio la musik, ahi estare poniendo mas finesas auditivas.

abrazos carnal

Deux ex machina dijo...

y de los libros pss ya llevo un rato con "La era d ela smakinas espirituales" de Ray Kurzweil y con "Seis propuestas para el nuevo milenio" de Italao Calvino. Checalos

Judith Pedroza dijo...

Estas enamorado!!!

Que podemos hacer ,no flaquear seguir!

Amar!

Joan War dijo...

Uy uy uyyyyy este si esta dentro de los grandes eeeh!

Muy bien profee ya estas en el camino asi fluyendo cual chevy en carretera!

Marifé dijo...

(lágrimas)

Srta. Maquiavélica dijo...

wowow aqui de metiche¡¡¡¡ese escrito esta wowow me gusto como me fascina coyoacan será por eso??
andare aqui leyendote
besitos maquiavelicos

The Coffee Lady dijo...

Vecino:

Sabes que soy admiradora de tus letras y sé lo que el silencio representa en muchas ocasiones, en silencio he descubierto también mil cosas y he sido descubierta.

Te envio un fuerte fuerte abrazo y un enorme beso.

Baron D'Epinay dijo...

Mamaste. Disculpa la brusquedad y sequedad que encierra la palabra pero fue lo único que pensé cuando lo leí. Yo mismo me situé en algunos párrafos, vaya que lo hice. Excelente. Mejor guardo silencio ahora que no se me impone, bien lo vale.

P.D. Por favor sigue escribiendo. Es lo tuyo.

tu.politóloga.favorita dijo...

Tocas lugares comunes y eso hace que el lector se pueda identificar altamente con él. Lo he sentido, sí; pero nunca he tratado de ponerlo en palabras, and you did it! Felicidades =)
saludos!

Isa dijo...

me encantó!! fue como encontrar una fuente de deliciosa sustancia a la que tenía que seguir bebiendo, hasta que al final, aunque ansiosa por continuar el relato, siento la satisfacción que dejan las palabras que llenan.

Verónica Tapia dijo...

Mierda.

que nostalgia sentí...
que hermoso Mexicanito, que hermoso!

oriana dijo...

Dichosa "Mar"...Ojalá haya un reencuentro para que vuelvas con más historia.
Excelente tu blog! llegué acá por una amiga que me lo recomendó :D
Chau! saludos!

♥...Mo...♥ dijo...

Palabras conocidas aun y cuando nos encontramos en historias diferentes, escritas en otras tintas, sobre otros papeles y con distintas musas... Tan identificada me senti, que pude jurar haber escuchado tu voz... Senti que fragmentos de esas palabras eran para mi...
Realmente muy lindo!

andreinax dijo...

esta muy lindo

Erick dijo...

Mi ausencia, quizá no tan notable como yo me imagino, se debió a mis vacaciones durante las que no quise saber de la computadora ni el monitor. Pero, gracias a Coffe Girl y a MaTFeregrino, he aquí un nuevo post, antes de que terminen las vacaciones.

Morcerf: Tu silencio es el comentario más elocuente. Gracias.

Adriana: Cuida que no se te escape el alma en un suspiro eh?

Ricardo: Me alegra que hayas encontrado algo especial en estas letras.

Mar: Anda, que a los sueños hay que obligarlos a llegar a la realidad, así sea por fuerza de armas!

Noelle: Gracias. ¿Y fuiste a caminar? ¿Qué tal el paseo? Intentaré seguir escribiendo mientras respire!

Deux: Igual me pasa con Coyoacán, pero fueron calles nuevas por las que nunca había caminado. Gracias por la música y las recomendaciones bibliófilas. Salud!

Comprometida: Si! Siempre firmes camino a la felicidad!

Joan: Jajaja sí, pero no olvides la lluvia torrencial que hace al camino invisible!

Marifé: ya no llores!

Maquiavélica: Ojalá sea más el escrito que coyoacán, pero igual me alegra. Vuelve pronto y también estaré leyéndote!

CoffeGirl: Tus palabras, como siempre, espantan mis dudas. Ojalá alguien sepa apreciar así mi silencio...

Barón: Gracias, viejo. También mamaste con el comentario. En serio, siempre me hace reír.

Mi favorita: Me alegra que te hayas sentido así, significa que has sido feliz. Por eso eres mi favorita! ¿Algún día seré tu favorito?

Isa: Espero que la continuación sea igual de hermosa. Seguirás siendo corresponsal de esta historia en primera mano.

Nykka: Bonita nostalgia Venezolanita! Tú siempre me alegras!

Oriana: Yo también espero que haya otro episodio. Gracias a ti por visitarme y a tu amiga por la recomendación! Pero, ¿quién fue?

Mo: Me agrada haberte llegado por las palabras. También son para tí, son para todos los que hayan sentido lo mismo que yo, proque eos nos hermana.

Adrienax: Gracias!